A veces te sueño

A veces te sueño viniendo lentamente hacia mi, diciéndome que quieres volver. Te acercas a mi oído para decirme cosas bonitas, cosas solamente que me decías al principio, cosas por las que te empecé a querer.

A veces te sueño buscándome entre la gente, luchando por verme otra vez. Cruzas tu mirada con cada persona que ves tratando de encontrar en sus ojos los míos, recordando aquel azul que de tu vida se fue.

A veces te sueño encontrándome, en el mismo sitio que nos conocimos. Porque yo siempre te estuve esperando en el mismo sitio desde que te fuiste, esperando que recordaras aquellos días de verano tan bonitos que vivimos.

A veces te sueño abrazándome entre tus brazos, agarrándome fuerte. Tratando de no volver a perder a aquella que que mandaste tan lejos, aquella se fue por un tiempo, a que sabes que vas a querer hasta la muerte.

Cuando despierto me digo que juntos vivimos un sueño que no quiero volver a tener.

A veces me desnudo

A veces me desnudo cuando estoy sola en casa, para volver a sentir que soy yo misma. Para mirarme ante el espejo y descubrir que con el paso de los años no he cambiado tanto y que lo único que ha cambiado es mi vida.

A veces me desnudo cuando nado sola en el mar, para sentir el agua rozando mi cuerpo. Para que el el azul inmenso en su gran abrazo no encuentre ningún obstáculo que me impida volver a sentir sus caricias de nuevo.

A veces me desnudo cuando voy a la playa para sentir el calor del sol en mi piel. Para no ver en mi cuerpo más marcas que las que deja el paso del tiempo, porque mi vergüenza fue impuesta y se fue para siempre con él.

A veces me desnudo cuando escribo y cuento cosas que no me atrevo a decir con palabras. Porque para hablar hace falta un valor que ya no sé si tengo y durante algún tiempo me daba miedo no tener la boca cerrada.

A veces me visto y salgo a la calle segura de estar mejor sin ti.

A veces extraño

A veces extraño tus ojos alegres con ese brillo oscuro. Que se ponían tristes cuando me alejaban mis pasos temiendo no volverme a ver nunca más, que se llenaban de vida cada vez que me veían llegar al lado tuyo.

A veces extraño tus brazos fuertes que me protegían del mundo. Que me hacían sentirme reconfortada cuando se rompían mis sueños, que eran mi barrera ante cualquier problema, que eran mi escudo.

A veces extraño tus labios rozando los míos, llegando a lo más profundo. Esos labios que me hacían sentir que el tiempo se paraba para que nosotros dos construyéramos aquellos momentos tan bonitos cuando estábamos juntos.

A veces extraño tus manos acariciando mi cuerpo desnudo. Dibujando corazones en mi espalda, llenando de mariposas mi vientre y de sonrisas mi caras, convirtiendo todo mi cuerpo en un gran dibujo.

A veces quería tiempo para mí y de tanto querer estar sola, te perdí...

Disponible la sexta entrega de Antes de tiempo

Ya está disponible la sexta entrega de Antes de tiempo. En ella sabremos lo que piensa uno de los protagonistas tras la celebración del cumpleaños de Vera.

Espero que os guste.

https://www.wattpad.com/story/48448313-antes-de-tiempo

Ya disponible la quinta entrega de #antesdetiempo

Pues eso, que desde hace unos minutillos, ya está publicado el quinto capítulo. Espero que lo disfrutéis...

https://www.wattpad.com/story/48448313-antes-de-tiempo

Antes de tiempo es la historia de Vera, una chica que vive en las afueras de Madrid que está enamorada en secreto de David. Carlos es el hermano pequeño de David y tal vez por eso, decidió acercarse a él, por eso y porque empezó a salir con María, la única amiga que conserva del colegio y tal vez, su única amiga.

Su vida transcurre tranquilamente junto a María y Carlos, trabajan y se ven casi a diario.  La noche en la que Vera cumple diecisiete, se pone enferma la madre de María y se queda en casa con ella. Carlos insiste en celebrar el cumpleaños de Vera aunque sea sólo un rato. Pero el rato se alarga y en la celebración beben un poco de más y acaban teniendo un breve encuentro sexual.

A veces quiero sólo sexo

A veces quiero sólo sexo porque mi cuerpo echa de menos la compañía que antes me dabas, que me llenaba por dentro y por fuera. Que me hacía sentir que era especial, aunque supiera de sobra que mejor que yo era casi cualquiera.

A veces quiero sólo sexo porque necesito llenar los vacíos que tú dejaste sin tapar. Porque necesito sentir que no todo tiene que ser de la misma forma aburrida y que existe más vida de la que puedo recordar.

A veces quiero sólo sexo porque mi mente no está preparada para empezar una nueva relación y acoplarme nuevamente alguien. Porque no estoy dispuesta a ceder ni a perder parte de mi espacio para que lo ocupe nadie.

A veces quiero sólo sexo porque ya me cansé de querer y no ser correspondida en la misma medida. Porque sé que nadie me podrá querer como yo he querido a todos los hombres que han pasado por mi vida.

A veces necesito hacer el amor y sentirme querida, porque eso nunca me lo diste tú.

You're the one

You're the one

You're the one.

You're the one.

I want for my life.

You're the one

I want for my life.

I'll think that you're a fool

if you send me far of you

I'll shake when we're so close

that our desire grows.

When you're over me

I think heaven is this.

You're the one.

You're the one.

You're the one

I want for my life.

You're the one

I want for my life.

I wanna taste your lips

always wet and sweet

I wanna be with you

if I'm alone and nude

You make me feel strange

when you kiss me in this way.

You're the one

I want for my life.

You're the one

I want for my life.

A veces me pierdo

A veces me pierdo entre sábanas, esperando encontrarte al final de un pliegue. Te busco por cada extremo, aún sabiendo que ya no queda ningún rastro de ti desde aquella mañana de septiembre.

A veces me pierdo en medio de la gente, paseando por calles y plazas. Buscando caras nuevas que me hagan encontrar en ellas lo que un día perdí cuando te fuiste de mi lado de aquella manera tan extraña.

A veces me pierdo entre las las olas, dejando que fluya el agua entre mis piernas. Me dejo mecer por las corrientes, nadando sin sentido buscando una playa en la que sé que no estarás tú, pero tal vez encuentre una razón nueva.

A veces me pierdo en mi mente, entre recuerdos de tiempos mejores. Sueño despierta con aquellos buenos momentos que viví a tu lado en los que todo eran sonrisas y paseos por parques llenos de flores.

A veces me encuentro y no sé muy bien cómo lo hago, porque mi brújula eras tu.

A veces odio los viernes de septiembre

A veces odio los viernes de septiembre porque los adolescentes abandonan sus institutos sabiendo que tienen tres tardes por delante y lo inundan todo. Llenan cines, bares y terrazas, llenan las calles los parques y hasta mi playa.

A veces odio los viernes de septiembre porque hay ruido a todas horas, gente que busca fiesta y jolgorio. Jóvenes y otros no tanto que salen de marcha, que después de poco bailar y mucho beber llenan de vomitonas mi playa.

A veces odio los viernes de septiembre porque las oficinas se quedan vacías y las carreteras se llenan de coches. Familias completas que abandonan su casa, llenan el maletero con ropa y juguetes para los niños y ponen rumbo a mi playa.

A veces odio los viernes de septiembre porque la vida en zonas costeras se paraliza para dejar hueco a los que llegan de fuera. Las familias liberan a sus mayores del cuidado de sus niños el fin de semana, en cuanto sale el sol aprovechan para ocupar su sitio en mi playa.

A veces me gustan los lunes, sobre todo en septiembre, porque ya se ha ido toda la gente y tengo para mí sola toda la playa. 

A veces tengo miedo

A veces tengo miedo de quedarme dormida en un sueño profundo de esos que nunca termina. Con el que me perdería todas las cosas buenas que tiene la vida.

A veces tengo miedo de despertar en un mundo diferente, en el que los árboles no crezcan y los pájaros no quieran volver en primavera. Donde tiempo pase lento porque no hay nada que merezca la pena.

A veces tengo miedo de salir a la calle y descubrir que ya nada es como cuando era niña. Que mi mundo ha cambiado y que de tanto trabajar y no pensar descubra que por el camino perdí toda la inocencia y toda mi alegría.

A veces tengo miedo de llegar demasiado pronto a mi destino y ser la primera. De pasar demasiado tiempo esperando por alguien que no aparece, pensando que me he equivocado de hora y destino, llena de impaciencia.

A veces tengo una impaciencia desmedida por llegar a casa porque sé que me esperas tú.

A veces me gusta viajar

A veces me gusta viajar a pié, con la mochila a cuestas. Recorrer esos paisajes cercanos, pararme en cada mirador que yo he creado para mi. Ver las cosas de cerca mientras descanso apoyada en una piedra.

A veces me gusta viajar en coche, con la maleta llena. Recorrer todo el país, pararme en lugar de los que nunca había oído hablar. Ver pasar los árboles pasar deprisa por delante de mi ventanilla.

A veces me gusta viajar en barco, con poca cosa en las bodegas. Recorrer mares y playas, pararme en cada cala que aparece al bordear la costa. Ver acantilados y arenales desde una perspectiva que no conocía antes.

A veces me gusta viajar en avión, con mi maleta de mano. Recorrer países y llegar a otros continentes, haciendo escala en las grandes ciudades. Ver las manchas grises entre los campos verdes y mares azules, cuando en la altura hay un claro entre las nubes.

Después de cada viaje siempre vuelvo, porque sé que mi destino siempre fuiste tú.

A veces me levanto con ganas

A veces me levanto con ganas de correr por la playa descalza, de llegar hasta donde las rocas empiezan y luego volver a nado, para demostrarme que voy sobrada de energía y que no necesito ni el desayuno para reponer fuerzas. 

A veces me levanto con ganas de comerme el mundo, de no preocuparme por las cosas malas que me puedan suceder y de hacer todo lo que se me pase por la cabeza sabiendo que va a salir bien. 

A veces me levanto con ganas de hacer cosas nuevas, de dejar atrás a familia, amigos y vecinos para empezar un nuevo viaje sin rumbo conocido, sin maleta y sin nada en los bolsillos.

A veces me levanto con ganas de conocer gente nueva, de llenar mi vida con nuevas caras de compañeros de trabajo o de clases, con nuevas conversaciones y problemas distintos a los de antes. 

A veces me acuesto a tu lado y siento que no necesito nada más.